¿Qué tienen en común el sexo y el dinero? ¿son opuestos a la espiritualidad?
Tradicionalmente vemos al sexo como algo meramente carnal, banal y poco espiritual, pues desde la antigüedad nos han enseñado que la sexualidad es solo para procrear, no para disfrutar. Esta creencia lleva años siendo alimentada en nuestra psiquis por conceptos como el pecado (donde se prohíbe el disfrute), o por episodios de violencia sexual, raptos (donde se bestializa el disfrute). Como mujeres, esto ha hecho que nos desconectemos de la sexualidad, del placer y de nuestro cuerpo; obligándonos a pensar que lo puro y casto es lo más espiritual y aceptado socialmente, al menos para la mujer, porque si hablamos del hombre semental creo que la historia es diferente.
Es curioso que el dinero también haya tenido mala fama, ya que venimos arrastrando varias creencias que afirman que el dinero es sucio y corrompe a la gente. Además, es aún más curioso que tradicionalmente haya sido el hombre quien haya manejado el dinero y las finanzas, pues recordemos que hasta hace poco se le otorgó el derecho a la mujer de tener y administrar su patrimonio, ganar dinero e invertirlo sin autorización de su padre o esposo. Entonces este tema además de estar manchado de corrupción, lleva el sello masculino en todos lados, es por esto que no es raro que inconscientemente se nos haga difícil entablar una relación sana con el dinero? ¡igual que con el sexo!
A raíz de esto, podemos decir que el sexo y el dinero han sido considerados:
Sucios
Representación del poder masculino
Opuestos a la espiritualidad
Pero, ¿si te dijera que, en civilizaciones más antiguas, el sexo era un método de conexión espiritual?
Sí, antiguamente en algunas civilizaciones el sexo era sagrado, era un método muy femenino, porque era la forma en la que la energía vital se despertaba para sanar el cuerpo y revitalizarlo, permitiendo al individuo entrar en estados meditativos muy profundos para conectar con la Divinidad.
De esto trata el Tantra, práctica espiritual que enseño como método de empoderamiento, el cual nos permite reconocer nuestro potencial divino y despertarlo a través de prácticas espirituales, entre ellas el sexo.
¿Cómo podría ser malo el sexo, si es este el acto de amor y creación más milagroso? Es la forma en que los seres humanos crean universos ¡Es un Big Bang!
El sexo es uno de los actos más espirituales que existen, igual que el dinero, que es una herramienta neutral que representa una forma de abundancia, concepto que además es femenino por naturaleza; sino, observa la Madre Tierra, ¿qué más abundante que ella?
Desde que descubrí esto acompaño a mujeres a despertar su potencial, conectando con su cuerpo y volviendo al estado natural de placer, que es el mayor método de creación; reconociendo que el dinero y el sexo son energía sagrada.
Cuando comprendemos esto, nos liberamos de la cadena patriarcal que nos quiere sumisas, castas y pobres.
¿Te unes a este viaje de placer?
Yo te acompaño. Únete a nuestra comunidad de telegram.